martes, 17 de marzo de 2009

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ESTALATES (Nqn)

La tortilla se está dando vuelta: en el Ministerio de Desarrollo Social de Neuquén.

El Ministerio de Desarrollo Social siempre fue una “caja negra”, como todos los vinculados a la asistencia social, ya que allí se centralizaba la política clientelar, y de forma fragmentaria e incoherente programas que parcialmente respondían a las leyes que protegen niños y niñas, y sus familias, (leyes 2222, 2302 y 2212). La política asistencial en Neuquén, -como en el resto del país-, parece ser la pata clientelar del gobierno de turno, maquillada con programas que no tienen por objetivo último la atención a los usuarios, sino sólo frenar la presión interburocrática de los juzgados: al menos, los dichos y los hechos comprueban esta hipótesis. No obstante, quienes ejecutan esta política son las y los trabajadores: ellos sí se comprometen con los usuarios, conocen los barrios y sus necesidades y se comprometen en lo posible por “efectivizar” los derechos. Pero todo tiene el límite de la degradación salarial y la falta constante de recursos de todo tipo. Los procesos de lucha en el ministerio habían sido episódicos, pero importantes; no obstante los desacuerdos con ATE habían impedido mayor organización.
Es así que desde el año 2006, las trabajadoras y trabajadores del ministerio nos hemos ido reencontrando para debatir y organizarnos sindicalmente, a fin de mejorar nuestro salario y acabar con la política del miedo y el ocultamiento: comenzaron las asambleas, con la presencia de compañeros de todos los sectores, como UAF (guarderías), Hogares de niños y niñas, centros de tratamiento; y programas como el Servicio de Prevención a la Violencia Familiar (cuya resistencia a los intentos de disolverlo fue ejemplar) y Libertad Asistida. A fin de año se consiguieron pases a planta para compañeras que hacía 15 años trabajaban en negro, -como contraprestaciones de los planes-, mientras la ministra sobichista Oscos decía que si ellas quisieron trabajar… fue por vocación.
Durante ese año y el 2007 se consiguieron aumentos de 400 a 600 pesos para todos los trabajadores: de planta, los de locación y los bajo programa (en negro). Desde hacia casi 10 años no había un aumento general de salarios en ese ministerio, pero con la lucha se logró. En el 2007 y fines del 2008 la lucha continuó, y se consiguieron más pases a “mensualizaciones” (una especie de planta permanente renovables por año) y aumentos, esta vez para profesionales. Quedó pendiente el pase a planta permanente con reconocimiento de años de servicio para compañeras de UAF que tienen más de 60 años, y han trabajado muchos años sin reconocimiento alguno. En diciembre de 2008 el gobierno, a través del ministro Jonson y el superministro Tobares firmaron un acta, donde se comprometían a esto, además del pase a planta mensualizada a las/os profesionales, contratos administrativos para aquellos profesionales que ingresaron en el 2008, y un aumento de 400 pesos. Pero estos puntos aún no se han cumplido, por lo que durante el verano se han dado nuevos reclamos parciales y esta última semana se sumo el reclamo por el reconocimiento de los llamados “acompañantes familiares”, -que son acompañantes por hora, sin derechos de ningún tipo-. Este año, por lo tanto la lucha va a continuar: el gobierno incumple a cada paso, y embanderándose en los derechos de los niños, contribuye a vaciar cada vez más los programas que trabajan con niñas, niños, adolescentes y familias, no obstante las y los trabajadores ya aprendimos que las únicas peleas propias y en defensa de nuestros programas, son las que realizamos en el sindicato y en la calle, de manera organizada.


El 27 de marzo, se celebra el XVIII de ATE en la provincia, elijamos delegados y vayamos juntos con los compañeros de toda la provincia a discutir un plan de lucha: que la crisis la paguen los de arriba!.

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